El concepto de nutrición ha cambiado considerablemente en los últimos años. Hasta hace poco se esperaba de los alimentos que cubran la demanda energética y la necesidad de vitaminas y minerales.
Hoy en día se sabe que la vitalidad, el humor, la paciencia, la concentración, la resistencia en el trabajo y la salud dependen enormemente de lo que comemos.
La investigación científica ha descubierto recientemente que algunos alimentos contienen numerosas moléculas bioactivas que pueden prevenir las enfermedades crónicas, degenerativas e incluso interaccionar con los genes (nutrigenómica).
Un buen programa de alimentación tiene que ser personalizado y se basa en varios principios:
- Cubrir la necesidad de proteínas, hidratos de carbono y grasa según la necesidad.
- Satisfacer la demanda de macro y micro nutrientes (vitaminas, minerales, aminoácidos, oligoelementos).
- Favorecer la salud intestinal y promover la absorción adecuada.
- Tratar la inflamación.
- Disminuir el estrés oxidativo.
- Depurar el organismo (eliminación de metales pesados y otros tóxicos).
- Regular el peso corporal.
- Mejorar el estado anímico.
- Mejorar la respuesta inmunológica.
- Tratar o prevenir las enfermedades crónicas y degenerativas.
- Cambiar el estilo de vida y adquirir los hábitos saludables.
- Respeta los biorritmos e incluye la crononutrición.
El estudio de cada paciente se basa en:
- Analítica de sangre completa.
- Análisis BCC que determina la necesidad cuantitativa de vitaminas, minerales, aminoácidos, hormonas y detecta metales pesados en el cuerpo. La muestra se obtiene del bulbo de pelo, se analiza en un laboratorio específico equipado con el microscopio de última tecnología, y se tarda una semana en obtener los resultados.
- El test de ADN para adecuar la nutrición según la información genética. La muestra se obtiene a través de la saliva y se tarda 3-4 semanas para obtener los resultados.